POSTEO Nº 1145
Después de un largo tiempo, volvemos con la sección aviación, y en el posteo de hoy (Nº 1145) del blog, hablaremos sobre uno de los aviones que se han fabricado en la República Argentina, que si bien tuvo fines bélicos (Para la guerra), no deja de ser un importante vehículo, y en especial, para los amantes de la aviación. Se trata del IA-58 Pucará, fabricado por la Fábrica Militar de Aviones de Argentina (Hoy FAdeA, ubicada en Córdoba, Argentina), un avión de combate y ataque de baja velocidad, dado que posee motores turbohélice con hélices de 3 palas, y fue diseñado en la década de 1960, para combatir las guerrillas. Pero primero, la historia de la Fábrica Militar de Aviones de Argentina, luego la del IA-58 Pucará, y finalmente, una serie de fotos escaneadas por mí, de fotos reales de cuadros con dicho avión, junto a un armable en papel, un 3 vistas y un cutaway del mismo.
HISTORIA DE LA FÁBRICA MILITAR DE AVIONES DE ARGENTINA
El próximo texto, proviene de: https://www.argentina.gob.ar/noticias/la-fabrica-argentina-de-aviones-brig-san-martin-cumple-91-anos, adecuadamente modificado por Gabriel Leiva, para el posteo N° 1145.
La entonces llamada Fábrica Militar de Aviones (Hoy FAdeA), fue fundada el 10 de Octubre de 1927 e inició su historia con el desarrollo de aeronaves bajo licencias europeas.
En 1931 sus técnicos diseñaron y construyeron el primer avión nacional, el Ae C1, cuyo éxito desencadenó una familia de productos aeronáuticos argentinos.
En 1944, tras la asunción del mayor ingeniero Juan Ignacio San Martín como director, la empresa produjo un salto que la llevó a ocupar a más de 9.000 personas en el complejo industrial I.A.M.E. (Industrias Aeronáuticas y Mecánicas del Estado) y ya en 1952 construía aviones, motores, hélices y accesorios, además de vehículos utilitarios (Como la línea Rastrojero, por ejemplo), automóviles, tractores y motocicletas.
El avión DL 22, de diseño nacional, fue el impulsor de un importante crecimiento, mientras que la fabricación de dos series de 100 aviones cada una, motorizó la creación de más de 300 Pymes locales.
El Pulqui I y II (1947 y 1950, respectivamente), el Pucará (fines de los ´60) y los IA63 Pampa (1984) fueron los principales hitos de la fábrica que, en la tristísima década de 1990, pasó a manos de Lockheed Martin Aircraft, para reestatizarse en 2009 y adquirir, a partir de allí, su actual denominación: Fábrica Argentina de Aviones Brigadier San Martín (FAdeA).
La instalaciones de FAdeA ocupan 250 mil m2 cubiertos en un predio de 200 hectáreas en la provincia de Córdoba, que cuenta con capacidad para el ensamble, pintado y mantenimiento de aeronaves.
La hoy FAdeA, tiene 94 años de trayectoria, a cinco meses de cumplir su 95º Aniversario de fundación.
HISTORIA DEL AVIÓN PUCARÁ IA-58
El próximo texto, proviene de: https://es.wikipedia.org/wiki/FMA_IA-58_Pucará, adecuadamente modificado por Gabriel Leiva, para el posteo N° 1145.
El FMA IA-58 Pucará (en quechua, «fortaleza») es un avión de ataque a tierra turbohélice construido por la Fábrica Militar de Aviones para la Fuerza Aérea Argentina en la década de 1970 para combatir a la guerrilla.[1][2] Entró en combate en la Operación Independencia contra el Ejército Revolucionario del Pueblo y en la guerra de las Malvinas contra la Fuerza de Tareas 317 en misiones de apoyo aéreo cercano. También participó en la lucha de contrainsurgencia de la Fuerza Aérea Colombiana y por la Fuerza Aérea de Sri Lanka.
EL PUCARÁ IA-58: SUS DATOS PRINCIPALES
Tipo: Avión de ataque a tierra/contrainsurgencia/Avion ISR (Versión fénix)
Fabricante: Fábrica Militar de Aviones (Argentina)
Primer vuelo: 20 de Agosto de 1969
Introducido: 9 de Agosto de 1974
Retirado: 4 de Octubre de 2019
Estado: Retirado (Versión ISR en pruebas)
Usuario: Fuerza Aérea Argentina
Usuarios principales: Fuerza Aérea Uruguaya, Fuerza Aérea de Sri Lanka, Fuerza Aérea Colombiana
N.º construidos 110
EL PUCARÁ IA-58: SU NOMBRE
El nombre «pucará» está relacionado con las fortificaciones de los pueblos originarios andinos, ya que el avión tenía una por la gran cantidad de armamento que puede cargar, entre ametralladoras, cañones, las tres fijaciones para armamento externo (2× en las alas y 1× bajo el fuselaje), misiles aire-tierra, bombas de napalm, depósitos ventrales, etcétera.
EL PUCARÁ IA-58: SU DESARROLLO
La Fuerza Aérea Argentina presentó a principios de 1968 los requerimientos al Área Material Córdoba para la construcción del IA-58 Pucará. El primer prototipo realizó su primer vuelo el 20 de Agosto de 1969, equipado con dos turbohélices de estadounidenses Garrett TPE331-U-303 de 904 CV, sin embargo, a los aparatos de serie se los equipó con las turbinas de origen francés Turbomeca Astazou XVI-G, de 1021 CV, que accionan sendas hélices tripalas de paso variable. El proyecto estuvo a cargo de los ingenieros aeronáuticos vicecomodoro Héctor Eduardo Ruiz, que era el jefe de ingeniería de la Fábrica ubicada en pabellón 54, y Aníbal Dreidemie. Su concepción se basó en cuatro criterios fundamentales: flexibilidad de empleo, potencia de fuego, seguridad y simplicidad.
El diseño mostró gran durabilidad y resistencia, pero sus motores de origen francés, aunque compatibles con otros en uso en aeronaves argentinas, demostraron dificultades de aceptación a la hora de comercializar externamente el avión.
EL PUCARÁ IA-58: SU DISEÑO
Bimotor de ataque y apoyo táctico de construcción enteramente metálica, provisto de turbohélices, de ala baja cantilever, su empenaje está provisto de una deriva en «T».
Está diseñado para operar en pequeñas, y no necesariamente preparadas, pistas de tierra (Aterrizajes y despegues de carrera corta), en posiciones de combate adelantadas. Su misión primordial es la de apoyo a fuerzas terrestres, anti-helicópteros y especialmente misiones contrainsurgencia (COIN). Esta aeronave es inusual debido a su cabina en tándem en un bimotor a hélice, sin embargo, comparte similitudes con el OV-10 Bronco estadounidense, como su ala recta y angosta, los dos motores turbohélice, la cabina biplaza con asientos en tándem, asientos eyectables cero-cero Martin-Baker MK AP06A y una gran capacidad de carga de combate, aunque son aviones concebidos con distintos requerimientos, el IA-58 también podía cumplir las funciones asignadas al OV-10, de Control Aéreo Avanzado o FAC Forward Air Control.
Su tren de aterrizaje triciclo, le brinda excelente resistencia en todo tipo de pistas. A pesar de no ser veloz para enfrentarse a un reactor, con su gran maniobrabilidad podría ser sencillo alcanzar la posición de las "seis", para disparar misiles en enfrentamientos disimiles. Posee suficiente maniobrabilidad para enfrentarse a helicópteros y brindar apoyo aéreo cercano en el campo de batalla. Permite operación normal aun en pistas de tierra. Prueba de ello fue la actividad del Pucará en Malvinas desde bases aéreas con pistas de tierra: la Base Aérea Militar Cóndor y el Aeródromo de Puerto Calderón, en donde pudo operar a pesar de que otros vehículos no podían hacerlo por las deficientes condiciones estructurales del suelo de las islas, de turba casi permanentemente empapada.
EL PUCARÁ IA-58: SUS VARIANTES
AX-02 Delfín (Prototipo), AX-04, IA-58A (Versión más producida), e IA-58B
IA-58C. Diseño de un solo comando (carlinga delantera removida), armado con un cañón DEFA del calibre 30 mm, misiles aire-aire Matra R.550 Magic y antibuques CITEFA MP1000 Martín Pescador. El único prototipo (AX-06) voló por primera vez el 30 de Diciembre de 1985 y, aunque la Fuerza Aérea Argentina planeó 15 unidades, se canceló por falta de financiamiento. El AX-06 permanece en el Museo Aeronáutico de Río Cuarto.
IA-58D. Versión mejorada. Aviónica, alas, motores y navegación satelital. Algunos IA-58A de la FAA fueron llevados a este estándar.
IA-58H Pucará II. Al discontinuar la fabricación del motor Turbomeca Astazou y a empezar a escasear los repuestos del mismo, y teniendo en cuenta la gran cantidad de horas remanentes de las células, se encaró la remotorización del IA 58. A finales del 2012 se selecciona a la empresa IAI para que se encargue la adaptación al avión, del motor Pratt & Whitney PT6A-62 de 1150 shp. Y el cambio de hélices Hartzell de cuatro palas. Además el proyecto incluía la instalación de un sistema integrado de navegación y ataque.
IA-58 Pucará Fenix. Última versión presentada en 2019. Además de contener todas las mejoras de la versión H, el avión es adaptado para ser una plataforma ISR (Inteligencia, vigilancia y reconocimiento) incorporando un pod con sensores desarrollado por las empresas Fix View e Invap, que contiene un Flir, designador láser de blancos etc.
EL PUCARÁ IA-58: SUS OPERADORES
Fuerza Aérea Argentina: retirado en 2019. Remotorizado y actualizado al menos una unidad a versión Fénix.
Fuerza Aérea Colombiana: 3 unidades, retiradas en 1998. Transferidas a Uruguay
Fuerza Aérea de Sri Lanka: 4 adquiridos, 2 destruidos, 2 retirados. Dos fueron derribadas y las dos restantes fueron retiradas de servicio en 1998.
Real Fuerza Aérea Británica: un avión evaluado antes de ser entregado a un museo.
Fuerza Aérea Uruguaya: 7 unidades, retiradas en 2017.
Contratos frustradosEditar
Argentina gestionó contratos internacionales por Pucaras pero nunca llegó a concretar ninguna venta, tales como las Fuerzas Aéreas de Bolivia, Venezuela, Brasil y Mauritania, por ejemplo
EL PUCARÁ IA-58: SU HISTORIAL OPERATIVO
Argentina
El Pucará es el único avión producido por la Fábrica Militar de Aviones que recibió su bautismo de fuego en un conflicto internacional. Participó de las acciones de la Operación Independencia 1977, contra el Ejército Revolucionario del Pueblo en los montes tucumanos.
Guerra de las Malvinas
Entre mayo y junio de 1982, fueron utilizados en misiones de apoyo a superficie, exploración y caza-helicópteros. En este papel logró derribar un helicóptero Westland Scout británico y se destacó en la batalla de Pradera del Ganso.
A comienzos de 1982, el Grupo 3 de Ataque estaba conformado por dos escuadrones con un total de 34 IA-58 operativos. El 2 de abril, el Grupo 3 de Ataque desplegó en las Islas Malvinas la escuadrilla Nahuel, con cuatro IA-58. A la que se le unió el 8 de abril una sección de ocho Pucarás.
Al ser evidente que la pista de Puerto Argentino quedaría rápidamente congestionada y que sería el principal objetivo a atacar por las fuerzas británicas, se buscaron campos de aterrizaje para uso de los Pucarás. Durante la primera incursión inglesa sobre Puerto Argentino, tres Sea Harrier lanzaron bombas de 453,6 kg de fragmentación Beluga. El Pucará A-527 (Tigre 4) recibió un impacto directo de una bomba, destruyéndolo totalmente. El A-502 sufrió numerosos impactos de esquirlas y daños en la carlinga.
Durante el mes de mayo se realizaron experiencias conjuntamente con el Arsenal Naval Puerto Belgrano, con vistas a adaptar al Pucará como avión torpedero; desde la Base Aeronaval Comandante Espora se efectuaron algunos vuelos con el AX-04 equipado con un torpedo inerte Mk 45.
El 15 mayo, el Escuadrón D del 22 SAS ejecutó un audaz golpe de mano en el aeródromo de Isla Peeble, destruyendo los Pucarás A-502 y A-520 y dañando a los A-523, A-529, A-552 y A-556.
Entre el 16 al 20 de mayo, cumplieron 19 salidas de reconocimiento ofensivo, que culminaron en ataques contra objetivos terrestres en la zona de Puerto Mitre el 21 de mayo. Ese día el Capitán Jorge Benítez fue derribado sobre Flat Shanty por un misil FIM-92 Stinger. Mientras tanto, una sección de tres Sea Harrier fue guiada por la fragata HMS Brillant (F90) contra otros Pucará que batían el blanco asignado. En el enfrentamiento el Sea Harrier XZ451 derribó al A-511, que cayó a tierra próximo a Drone Hill.
El 24 de mayo, el A-509 quedó fuera de servicio a causa de un impacto de bomba.
El 28 de mayo, con una pésima meteorología y techo de vuelo reducido a tan solo 50 metros, participaron en el combate en Darwin. La primera sección atacó con tres aviones, de los cuales el A-537 retornó con múltiples impactos. En la siguiente ola de ataque el A-533 quedó fuera de servicio tras recibir cincuenta y ocho impactos en el fuselaje y cuatro en el motor izquierdo. La tercera sección de Pucarás debía atacar objetivos en la zona de Camilla Creek. Sin embargo interceptaron dos Scout Mk.1 del 3.º CBAS /B FLIGHT de los Royal Marines. El A-537 consiguió derribar al helicóptero Scout XT 629/DR; pero, debido a su reducido techo de vuelo, chocó contra el Cerro Azul entre Darwin y Puerto Argentino/Stanley. En el transcurso de la misión, el A-555 cayó a tierra en Peter's Park tras recibir numerosos impactos.
Las últimas operaciones realizadas por el Escuadrón el 10 de junio incluyeron misiones de reconocimiento, exploración marítima y un ataque contra posiciones de artillería terrestre en el Monte Kent. Durante el 13 de junio y ante la inminencia del desenlace de la guerra, se decidió alistar a los últimos cuatro Pucarás para una misión de ataque con posterior repliegue hacia el continente. Cada avión fue equipado con dos tanques subalares de 318 l y tres lanzacohetes LAU-61/A. Esta misión, planificada para las primeras horas del 14 de junio, fue cancelada debido al cese de las hostilidades.
Reino Unido
En total 24 Pucarás fueron derribados o capturados por los británicos en el campo de batalla o en las bases aéreas desde las que habían operado. Seis ejemplares cayeron en manos británicas en la Estación Aeronaval Calderón, once en la Base Aérea Militar Malvinas, tres en Base Aérea Militar Cóndor y los cuatro restantes yacían destruidos en el campo de batalla donde habían sido derribados o se habían accidentado. Los niveles de daños que registraban los aviones capturados variaban notablemente, desde algunos que estaban casi completamente destruidos hasta unos pocos que supuestamente se mantenían en condición de vuelo o casi. La acción de saqueadores y cazadores de recuerdos llevó a que la mayoría de los IA-58 quedaran efectivamente fuera de servicio tras la rotura de sus superficies de control, disparo de asientos eyectables o el robo de partes y piezas (las puertas de inspección y las escarapelas, banderas y matrículas parecen haber sido especialmente buscadas por estos coleccionistas).
De todos los aviones capturados, los cinco que estaban en condiciones de vuelo o casi, fueron llevados a Inglaterra para su evaluación. Después de evaluarlos se decidió que el A-515 sería el elegido para volverlo a condición de vuelo y ser evaluado, sirviendo los demás como fuente de repuestos. Así, en abril de 1983 el ZD485 (ex A-515) voló por primera vez. Los ensayos concluyeron en septiembre del mismo año, volviéndo al museo de la RAF en Cosford, con un esquema distinto al que tenía cuando volaba para la FAA.
Uruguay
La Fuerza Aérea Uruguaya adquirió seis Pucarás, por contrato 1211/80 y fueron entregados en Fábrica Militar de Aviones, los dos primeros, el 15 de mayo de 1981. El 2 de junio de 1981, se recibieron en la Base Aérea de Durazno, la Brigada Aérea Número II, los dos primeros aviones, matriculados FAU 220 y FAU 221. Luego se irían recibiendo las restantes unidades FAU 222, FAU 223, FAU 224 y el último avión en ser entregado fue el FAU 225, el 10 de octubre de 1981, coincidente con el aniversario de la Fábrica Militar de Aviones, de Córdoba Argentina. En julio de 1993 el FAU 225, se estrelló durante la realización de ejercicios de tiro y bombardeo, el polígono Aire-Tierra, La Carolina, en Rincón del Bonete. Luego, a raíz de la desactivación del FAU 221, se adquirió la célula del A-605, a la Fuerza Aérea Argentina y se completó la fabricación del IA-58 FAU 221, que luego se rematricularía como FAU 227. Finalmente se recibieron los tres IA-58 que operaba la Fuerza Aérea Colombiana, así como un importante lote de repuestos, que permitieron la operación de los restantes aviones, por algunos años más. De los tres aviones recibidos, los FAC 2201, FAC 2202 y FAC 2203, ninguno de ellos volaría en la Fuerza Aérea Uruguaya. Actualmente se están completando los trabajos para exhibición, como Guardian Gate, del FAC 2201, el cual ha sido pintado con el esquema camuflado de la FAU será puesto en un pedestal, próximo la Hangar N.º 1, que fuera la base de los IA-58 en Uruguay.Finalmente, fueron retirados el 17 de marzo de 2017.
Colombia
En 1989 Colombia compró tres FMA Pucará a la Argentina para el combate contra el narcotráfico y la guerrilla, asignados a la Base de Apiay, Escuadrón de Operaciones Especiales N.º 314, con números de serie FAC-2201, 2202 y 2203. La vida útil de los Pucará colombianos fue corta, quedando fuera de servicio en 1998 por falta de repuestos. Los tres Pucará, ya totalmente inoperativos fueron donados a Uruguay junto con algunos repuestos en 2008.
Sri Lanka
Cuatro unidades adquiridas en 1993. La instrucción tanto de mecánicos como de pilotos se llevó a cabo en Córdoba. Posteriormente, fueron desarmados y transportados en C-130 Hércules argentinos. La utilización fue intensa, apenas estuvieron en condiciones operativas fueron puestos en misiones de apoyo contra la guerrilla de los Tigres Tamiles, que dominaban una parte de la isla. El intenso calor y elevada humedad, sumados a la excesiva utilización, fueron degradandolos. Durante las acciones de combate, el Pucará CA-601 fue derribado el 14 de junio de 1994, en proximidades de Sandilippai, durante el transcurso de la Operación Leap Forward. El 27 de marzo de 1997, el Pucará CA-604 resultó destruido por el transcurso de combates contra el Frente Tamil. Así, hacia 1998 fueron retirados de servicio cuando solamente quedaban dos de los cuatro originales.
EL PUCARÁ IA-58: SUS ESPECIFICACIONES Y CARACTERÍSTICAS ESPECIALES
Tripulación: 2× pilotos.
Longitud: 14,5 m (47,6 ft)
Envergadura: 14,3 m (46,8 ft)
Altura: 5,4 m (17,6 ft)
Superficie alar: 30,3 m² (326,2 ft²)
Peso vacío: 4000 kg (8816 lb)
Peso cargado: 6800 kg (14 987,2 lb)
Peso útil: 2800 kg (6171,2 lb)
Peso máximo al despegue: 6800 kg (14 987,2 lb)
Planta motriz: 2× turbohélices Turbomeca Astazou XVI-G.
Potencia: 713 kW (956 HP; 969 CV) cada uno.
Capacidad de combustible interno: 1300 litros
EL PUCARÁ IA-58: SU RENDIMIENTO
Velocidad máxima operativa (Vno): 576 km/h (358 MPH; 311 kt)
Velocidad crucero (Vc): 530 km/h (329 MPH; 286 kt)
Velocidad de entrada en pérdida (Vs): 125 km/h (78 MPH; 67 kt)
Alcance: 700 km (378 nmi; 435 mi)
Radio de acción: 650 m (2133 ft)
Techo de vuelo: 10 000 m (32 808 ft)
Régimen de ascenso: 18 m/s (3543 ft/min)
EL PUCARÁ IA-58: SU ARMAMENTO
Ametralladoras: 4× FN-Browning M2-30 de 7,62 mm con 900 municiones cada una.
Cañones: 2× Hispano-Suiza HS.404 Mk.5 de 20 mm con 270 municiones cada uno. (localmente conocidos como HS.804)
Puntos de anclaje: 3× con una capacidad de 1500 kg, para cargar una combinación de:
Bombas: bombas de propósito general FAS/Expal BK-BR y/o BRP de 125 kg y 250 kg
Cohetes: Contenedores LAU-61/A con 19× cohetes FFAR de 70 mm
Otros: Pod de remolque de blancos Tecnoblanc II modificado.
EL PUCARÁ IA-58: SU AVIÓNICA
AI (2), radiofaro omnidireccional VHF/LOC, sistema de aterrizaje instrumental, radiogoniómetro, baliza no direccional, girocompás, brújula, transceptores VHF/HF, identificador amigo-enemigo, CME.
HISTORIA DE LA FUERZA AÉREA ARGENTINA
El próximo texto, proviene de: https://www.argentina.gob.ar/fuerzaaerea/nuestra-historia, adecuadamente modificado por Gabriel Leiva, para el posteo N° 1145.
La actividad aeronáutica registra en nuestro país una trayectoria que supera en mucho el siglo pasado. Ya en los años de nuestra independencia, más concretamente en el pronunciamiento de mayo, 1810, Miguel de Colombisse, relojero de origen holandés, se dirigió a la Junta Provisional Gubernativa, desde su residencia en Mendoza, solicitándole la suma de cuatro mil pesos para la construcción de un aeróstato, rígido, impulsado por remos y dirigido por un timón. La solicitud recibida por la Junta fue rechazada ya que en virtud de las urgencias militares del momento, no era posible acceder a ella.
Durante el pasado siglo los cielos de las ciudades del país se vieron reiteradas veces invadidos por arriesgados aeronautas a bordo de globos de aire caliente, tales como el francés Lartet o el norteamericano Wells y así lo registran cuadros y litografías de la época, como las de Enrique Pellegrini y otros.
Pero la Guerra de la Triple Alianza, inició entre nosotros la Aerostación Militar, así fue como en el año 1866, el 6 de julio, un aeróstato cautivo del Ejército Brasileño, se elevó sobre las líneas aliadas para observar las posiciones de la artillería paraguaya, llevando a bordo al Ingeniero polaco Roberto A. Chodasiewiecz (incorporado al Ejército argentino con el grado de Capitán) que se constituyó así en el primer militar argentino y latinoamericano en elevarse en globo.
A fines de 1907 regresó al país el joven diplomático y deportista Aarón de Anchorena, trae consigo un globo esférico de 1.200 metros cúbicos, adquirido en Francia y al que bautizó con el más criollo de nuestros vientos “Pampero”.
Una vez instalado y armado, invitó a su amigo el Ingeniero Jorge A. Newbery, joven deportista, ex alumno de Thomas Alva Edison, pionero en el terreno de la energía eléctrica y ganador de varios premios deportivos; a participar de la primera ascensión del esférico en la Navidad de ese año, es así como el 25 de diciembre de 1907, el Pampero salió desde la Sociedad Sportiva Argentina, hoy Campo de Polo y cruzó los cielos descendiendo en la vecina orilla del Río de la Plata, en Conchillas, República Oriental del Uruguay.
El hecho produjo gran entusiasmo y el 13 de enero de 1908 se creaba el Aero Club Argentino, primera entidad aérea del país. Sus autoridades Aarón de Anchorena (Presidente), Arturo Luisoni (vicepresidente) y Jorge Newbery (vicepresidente segundo) unieron a todos los entusiastas del “más liviano que el aire”, entre otros Eduardo Newbery, Horacio Anasagasti, Alberto Mascias, Antonio de Marchi y Carlos Hirmscher.
La actividad aérea continuó febrilmente durante 1908, hasta que en la tarde del 17 de octubre se elevó el Pampero, llevando a bordo al Dr. Eduardo Newbery y al Sargento Eduardo Romero, el vuelo se inició normalmente pero en horas de la noche el viento lo arrastró probablemente hacia el Río, nunca más volvería el Pampero ni sus intrépidos tripulantes quienes se convertirían en los primeros mártires de la naciente aeronáutica.
Pese a la tragedia, la actividad no cejó. Pasado un tiempo el Aero Club retomó el camino iniciado y el 24 de enero de 1909 se elevó el globo de seda “Patriota” adquirido en Francia por el Ingeniero Horacio Anasagasti.
El final de ese año encontró al país en pleno dedicado a los preparativos del festejo del centenario de Mayo, entre los comités de celebraciones, se destacó el barón Antonio de Marchi, quien como presidente de la Sportiva, se comprometió a traer para las festividades el vuelo de “los más pesados que el aire”. Es así que logra el concurso de destacados aviadores europeos que llegan al país en los primeros días de enero de 1910. El aviador francés Henri Brégi, con dos biplanos Voisin de 50 caballos de fuerza y una semana más tarde Ricardo Ponzelli se trasladó a Campo de Mayo y realizó su vuelo inicial, pero al llegar a 200 metros del recorrido el viento le hizo perder estabilidad y el avión cayó rompiendo un ala. De esta forma, se malogró el primer vuelo mecánico en el país. Brégi tuvo mejor suerte y el 6 de febrero pudo realizar en Longchamps dos vuelos completos sobre el hipódromo, aterrizando sin novedades.
Llegados los aviones era imprescindible contar con un aeródromo y es así como el 23 de marzo de 1910, nació el aeródromo de Villa Lugano con dos kilómetros de pista de tierra, ocho hangares y doscientos metros de tribuna, fue allí donde le nacieron alas a la Patria. Desde allí, el 30 de marzo de ese año el aviador Emile Aubrun realizó el primer vuelo nocturno en el mundo.
El aero Club Argentino volcó todas sus fuerzas en pos del vuelo con motor, trajo máquinas e instructores que impartieron sus conocimientos a Newbery, Carlos Goffre, Florencio Parravicini, Hermán Hentsch y Carlos Roth, quienes recibieron sus brevets de aviador en junio del año del Centenario.
Paralelamente con sus actividades aeronáuticas civiles, el Aero Club Argentino, fue despertando la conciencia de la sociedad en la utilidad del avión para las actividades militares, como ya habían hecho Italia, Francia, Alemania y las demás potencias europeas. La idea fue prendiendo en Argentina y por ello se formó una Comisión Pro Flotilla Aero Militar Argentina (creada por iniciativa del My. (R) Arturo P. Luisoni y presidida por el barón Antonio de Marchi) encargada de recaudar fondos para la compra de aparatos.
La labor de esta Comisión rindió frutos en tiempo record y puso de manifiesto la generosa disposición de nuestros connacionales. Así el 10 de agosto de 1912, el Presidente de la Nación Doctor Roque Saénz Peña firmó el decreto por el que se creaba la Escuela de Aviación Militar, gracias al extraordinario aporte del Aero Club Argentino que brindaba gratuitamente su parque aerostático, asesoramiento y profesores. El lugar donde habría de instalarse el nuevo instituto era un terreno que había pertenecido al Segundo Grupo de Artillería a Caballo y que el Aero Club Argentino cedió a la Escuela de Aviación Militar con sus instalaciones y que llevaba el nombre de El Palomar.
Creada la Escuela y la Dirección Técnica a cargo del Aero Club Argentino, se procedió a llamar a oficiales para integrar el primer curso de Aviadores Militares, que después de una estricta selección quedó integrada por: Teniente de Fragata Melchor Z. Escola, Tenientes primeros Raúl E. Goubat y Aníbal Brihuega, Tenientes Alfredo S. Agneta, Saturnino Pérez Ferreyra, Carlos F. Giménez Kramer, Baldomero de Biedma, Pedro Zanni, Juan Carlos Ferreyra y Leopoldo Casavega y Subteniente Manuel Félix Origone, quien sería el primer mártir entre los oficiales de la Escuela de Aviación Militar al perecer en un accidente aéreo pocos meses después.
La primera meta fue el Río de la Plata. Cattaneo ya lo había cruzado en 1910, pero solo de ida ya que regresó en barco. Fue Jorge Newbery quien el 24 de noviembre de 1912, con intención de ir a la estancia de su amigo Aarón de Anchorena, en la Barra de San Juan, Colonia; lo cruzó en un Bleriot XI de su propiedad, de ida y vuelta a El Palomar en el mismo día. Pero su hazaña fue superada unos pocos días después por el conscripto Pablo Teodoro Fels, quien a bordo de su Bleriot, idéntico al de Newbery lo cruzó en la madrugada del 1º de diciembre de 1912 con rumbo a Montevideo, donde llegó dos horas después, batiendo el record mundial en el vuelo sobre agua. Por esta hazaña, Fels fue felicitado, homenajeado y ¡sancionado! por el ejército por haber contravenido las reglamentaciones militares. Tras cumplir su arresto, fue ascendido a Cabo.
Jorge Newbery, entre tanto, seguía su intensa labor batiendo records y sumando experiencia con intenciones de realizar su gran sueño, el cruce aéreo de la Cordillera de los Andes. En estos preparativos, batió el record mundial de altura, al elevarse 6.225 metros sobre El Palomar. Luego de ello partió hacia Mendoza a fines de febrero de 1914, a fin de recorrer la cordillera en tren y tomar notas meteorológicas, de alturas y pasos, pero el día 1º de marzo, el mismo en que debía regresar a Buenos Aires, no pudo rechazar una amable invitación para realizar una exhibición de vuelo, utilizando el aparato de Fels, que se hallaba en Mendoza. Se elevó sin sobresaltos, pero tras realizar unas maniobras arriesgadas el avión no respondió a sus mandos y se precipitó a tierra. Newbery moría instantes después, en la plenitud de su vida plegaba sus alas, luego de ofrendárselas a la Patria. En Buenos Aires su sepelio fue multitudinario. Años después sus restos serían trasladados a un Mausoleo en la Chacarita, erigido como perpetuo recuerdo de quien fue el artífice y Fundador de la Aeronáutica Militar Argentina.
En 1919 el gobierno francés donó a nuestro país tres aviones, un Spad XII y dos Nieport de 165 HP y se designó a los pilotos Zanni, Parodi y Matienzo para que intentaran el cruce de la cordillera en escuadrilla. El 28 de mayo realizaron el intento, pero una falla al despegar obligó a Parodi a desistir, más adelante lo hizo Zanni, enfrentando a un fuerte viento. Matienzo no advirtió el regreso de su compañero y siguió solo. No se supo de él hasta el 19 de noviembre de ese año, en que sus restos fueron encontrados en las cercanías de las Cuevas. Se había visto obligado a aterrizar e intentó regresar hasta la población, pero el frío y el sueño lo vencieron, se durmió para siempre sentado en una roca, a sólo unos kilómetros del refugio.
La década del veinte estuvo jalonada de grandes raids y records, en los que la aviación argentina se destacó entre las primeras del mundo. Es así que en el año 1924 el Mayor Pedro Zanni inició su famoso raid alrededor del mundo, cubriendo en diversas etapas el cruce sobre Europa y Asia hasta Japón. Acompañado del mecánico Felipe Beltrame y en dos máquinas Fokker denominadas Ciudad de Buenos Aires y Provincia de Buenos Aires recorrió 17.000 Kms.
En el año 1926 otro raid dio al país renombre internacional, el aviador Eduardo Olivero, as de la aviación italiana de la primera guerra y experimentado piloto, acompañado del joven Bernardo Duggan y del mecánico italiano Ernesto Campanelli, logró cubrir el trayecto Nueva York - Buenos Aires en un hidroavión Savoia S 59. Luego de varios inconvenientes que llegaron a poner en peligro sus vidas llegaron a Buenos Aires el 13 de agosto cubriendo una ruta de 14.856 Kms.
Al 1927 ante la importancia adquirida por la Aviación Militar, un decreto del Poder Ejecutivo creaba la Dirección General de Aeronáutica con la categoría de Gran Repartición. Ese mismo año se crea en Córdoba la Fábrica militar de Aviones, ya que si bien se fabricaban aviones desde los inicios de la aviación en nuestro país, tales como los Castaibert o los Mira y desde 1916 existía un taller en la escuela que no sólo reparaba sino que llegó a construir máquinas, la fabricación no estaba racionalizada ni regulada. Es por ello que un Decreto del Poder ejecutivo da forma a una sentida necesidad al crear la Fábrica y encargar la Dirección de la misma a los Ingenieros Domingo Salvá y Francisco de Arteaga el 10 de octubre de 1927. Al año siguiente produjo sus primeros aviones, los Avro K-504, cuyo primer prototipo fue probado por el Suboficial Segundo A. Yubel. Las máquinas se fueron sucediendo, los Ae M.E.1, primeros en ser íntegramente fabricados en el país, realizarían en 1932 el raid Buenos Aires Río de Janeiro y al año siguiente conformarían la escuadrilla “Sol de Mayo” que lograría cubrir El Palomar - Río – Montevideo – El Palomar en vuelo de confraternidad. Los éxitos se sucedieron a lo largo de los años con el Pulqui I, Pulqui II, Pucará y Pampa.
El 11 de febrero de 1944 se da el primer paso para el nacimiento de la más moderna de las Fuerzas Armadas, se crea el Comando en Jefe de Aeronáutica, en uno de los considerandos del decreto se hacía mención a la creación de la Secretaría de Aeronáutica en un futuro cercano.
Es así que el 4 de enero de 1945 la Fuerza Aérea Argentina nace como fuerza armada independiente, al crearse la citada Secretaría. A partir de esta fecha la nueva Fuerza asume en pié de igualdad con el Ejército y la Marina de Guerra, la alta misión que significa la custodia y defensa de la Soberanía Nacional.
La nueva Fuerza se moderniza, en especial al recibir la Argentina, como pago por la deuda que Gran Bretaña tenía con nuestro país luego de la Segunda guerra, modernos aviones a reacción, los famosos Gloster Meteor y los grandes bombarderos Avro Lincoln y Lancaster, con lo que la Fuerza Aérea Argentina se convierte en la primera de América Latina en poseer aparatos a reacción.
La Fábrica Militar de Aviones recibe también gran impulso, de esos años datan los proyectos de aviones a reacción, que cristalizarán años después en los Pulqui I y Pulqui II, máquinas íntegramente fabricadas por personal argentino dirigidos por los ingenieros Emile Dewoitine (francés) y Kurt Tank (alemán) el famoso constructor de los cazas a reacción de la Segunda Guerra Mundial.
En el año 1947 nuestro país realiza sus primeras actividades en la investigación espacial y es la Fuerza Aérea quien a través de la Comisión Nacional de investigaciones Espaciales (CNIE), lleva a cabo lanzamientos de toda una familia de cohetes los GAMMA CENTAURO, BETA CENTAURO, ORION y otros.
En 1952 la Fuerza Aérea da comienzo a su presencia en la Antártida cuando un avión Avro Lincoln, al mando del Vicecomodoro Gustavo A. Marambio, realiza un lanzamiento de elementos de supervivencia sobre la base General San Martín del Ejército Argentino. En ese mismo año, integrando la primera Fuerza Aérea de Tareas Antárticas (FATA), los Avro Lincoln enlazan la Argentina continental con la Argentina Antártica y en el año 1961 la experiencia se concreta de forma permanente con la creación de la “Base Aérea Teniente Benjamín Matienzo” y el Grupo Aéreo I que con sede en dicha base y contando con dos aviones Beaver, operaba en el desierto blanco.
En el año 1962 el Douglas Dc-3 (TA-33), al mando del Capitán Mario Luis Olezza, une Río Gallegos con la Base Matienzo estableciendo el 2 de noviembre el primer servicio de transporte aéreo militar a la Antártida. El 1º de diciembre realiza la ruta Matienzo-Ellsworth y cuando intentaba despegar con rumbo al Polo Sur, la máquina sufre un accidente frustrando la operación.
En 1965, el TA –05, trasladó personal y material a la Base Aérea Matienzo para el lanzamiento de cohetes de la CNIE en la Antártida. A partir de septiembre de ese año acompañado de los Beaver P-05 y P-06, llevaron a cabo el apoyo aéreo a la expedición del Coronel Leal. Hasta fines de 1965 realiza múltiples tareas en la zona, entre ellas el traslado de correspondencia interbases, el salvamento de una patrulla perdida en los 80º S, el reconocimiento de zonas y rutas inexploradas y los vuelos al Polo Sur y transpolar a la base USA Mc Murdo el 3 de noviembre de 1965.
Durante los años siguientes la labor continuó intensamente, se evaluó que para terminar con el aislamiento antártico, se necesitaba una base aérea permanente, que posibilitara el aterrizaje de aeronaves con tren convencional la mayor parte del año. La tarea se inicio el 30 de agosto de 1969 en la Isla Marambio, se despejó el terreno y se alisó una pista, que es inaugurada el 25 de septiembre en que aterriza el Beaver P-03 y dos días después lo hace el célebre TA-05. La inauguración de la base se efectuó el 29 de octubre recibiendo el nombre del primer comandante de la FATA, Vicecomodoro Gustavo A. Marambio.
Al año siguiente se realizó la primer operación de rescate, cuando dos helicópteros Hughes 500 OH-6A, evacuaron al jefe de la Estación Científica Almirante Brown y lo trasladaron a Marambio, para su posterior atención médica en la Capital Federal.
En el terreno de la investigación espacial, en esos días se realizan distintas experiencias, se lleva a cabo la operación BIO I que consistió en el envío a las altas capas de la atmósfera de una rata blanca en la carga útil de un Orión II y su posterior recuperación para el estudio de las reacciones de su organismo al vuelo espacial. En ese mismo año se lanzan simultáneamente desde la Base de CELPA en Chamical y desde la Base Matienzo, cohetes ALFA CENTAURO. A estos experimentos se suceden los realizados con los cohetes CANOPUS, RIGEL y CASTOR.
Durante los setenta la Fuerza Aérea Argentina continuó intensamente con su labor. En este sentido, los aviones Hércules C-130 llenaron de orgullo a nuestra institución ya que en 1971 se realiza el primer vuelo directo desde Buenos Aires hacia la Base Aérea Vicecomodoro Marambio y el 4 de diciembre de 1973 se realiza el primer vuelo transpolar bicontinental, uniendo el continente americano con Oceanía.
El 27 de octubre de 1977, un helicóptero Lama Sa-315, al mando del Teniente Héctor Pereyra aterriza en tres oportunidades en la cumbre del cerro Aconcagua, este vuelo, realizado por primera vez, le valió al piloto la felicitación de la empresa Aeroespatiale, fabricante de la máquina. Asimismo, durante esta década se crean la Dirección Nacional de la Policía Aeronáutica, la Dirección Nacional de Aeronavegabilidad y el Liceo Aeronáutico Militar.
La década siguiente estuvo signada por un acontecimiento bélico sin precedentes en la historia del país. El 2 de abril la Argentina inicia la operación tendiente a la recuperación de las Islas Malvinas. La Fuerza Aérea participa en ella y en el posterior conflicto con Gran Bretaña, que se prolonga hasta el 14 de junio. Durante la contienda la Fuerza Aérea recibe el Bautismo de Fuego el día 1º de mayo y desde entonces hasta el fin de las hostilidades, realiza operaciones que causaron la admiración del mundo por su audacia y las condiciones adversas a las que debieron sobreponerse.
Cincuenta y cinco hombres de la Fuerza Aérea son los héroes que ofrendaron sus vidas y marcaron indeleblemente el camino de la Soberanía Nacional en los cielos de la Patria.
A tono con los desafíos que presentara el nuevo milenio, la Fuerza Aérea se encuentra abocada no solo a sus actividades estrictamente militares, sino que también responde a exigencias y necesidades de la comunidad. Ejerce el control del tránsito aéreo; colabora en los servicios de búsqueda y salvamento y provee la capacidad logística y técnica para brindar apoyo a las actividades de investigación científica que se realizan en el Continente Antártico, mediante vuelos que permiten abastecer y comunicar las bases transpolares.
Asimismo, a través de su línea de fomento - LADE - mantiene comunicadas a las poblaciones más aisladas de nuestro territorio y ante catástrofes naturales realiza el traslado de ayuda humanitaria, facilitando medios aéreos y terrestres que permiten responder con celeridad y eficacia ante las situaciones de emergencia.
La operatividad de nuestros hombres y mujeres, que junto con sus medios aéreos brindan apoyo al Escudo Norte, pone de manifiesto la preponderancia que tiene la tarea para la Institución. A su vez, y asociada a esta concepción de privilegiar el entrenamiento operativo, se participa activamente junto a otras fuerzas del país y la región, de ejercicios de comprobación y estandarización de procedimientos para una optimización del control de nuestro espacio aéreo.
Significa además, un salto cualitativo para incrementar la capacidad de formación de nuestros pilotos de combate, la evolución del sistema Pampa, aviones de producción nacional que suman a su probada eficacia y robustez, la incorporación de una aviónica de última generación y la remotorización de las unidades. Asimismo, la incorporación de los modernos aviones Grob 120 TP permite adecuar la capacitación de nuestros jóvenes pilotos a las nuevas tecnologías aeronáuticas.
Es importante destacar además, que en lo que ha sido una constante de su devenir histórico, la Fuerza Aérea Argentina es líder en la convocatoria de las misiones de paz, participando activamente ante los requerimientos efectuados por la Organización de Naciones Unidas, aportando “cascos azules” en varios puntos del globo, materializando el compromiso de nuestro país a cooperar mediante el empleo de sus recursos humanos y materiales en el área de la asistencia humanitaria.
Conciente de la importancia de su misión, y gracias a la labor desplegada desde los cuatro puntos cardinales de la Nación por los hombres y mujeres que la componen, la Fuerza Aérea Argentina despliega sus alas en defensa de nuestro cielo.
Después de todo ello, ahora, vamos a mostrarles...
...Esta imagen, que representa a una gráfica en blanco que muestra al IA-58 Pucará, en tres vistas (Arriba se lo ve en vista lateral derecha, en configuración vuelo; en el centro la vista superior girada a 90º en sentido horario; y abajo la vista de frente en configuración tierra, mostrando los trenes de aterrizaje y sus 5 ruedas. Está en blanco, para poder pintarlo una vez impreso en papel (se recomienda el formato A4, de 210 mm x 297 mm), mediante máquina impresora.
AUTOR: Se desconoce (No es nuestra la foto)
Imagen Nº 2 del posteo Nº 1145
Luego, tenemos...
...Esta imagen, que representa a un modelo para armar (troquelable y con partes para hacer el corte y encastre) en papel y/o cartulina en blanco y negro, que muestra al IA-58 Pucará, mostrando su matrícula A-4001 (A, por Ataque), perteneciente a la Fuerza Aérea Argentina. Está en blanco, para poder pintarlo una vez impreso en papel (se recomienda el formato A4, de 210 mm x 297 mm), mediante máquina impresora, o si no se lo desea colorear, se puede imprimir en un papel formato A4 (210 mm x 297 mm) ó A3 (420 mm x 297 mm), utilizando papel Ilustración Glossy Opalina de alto grosor (300 gramos), para una terminación más firme.
AUTOR: Se desconoce (No es nuestra la foto)
Imagen Nº 3 del posteo Nº 1145
...Esta imagen, que representa a una perspectiva en corte esquemático (Cutaway), en escala de grises, que muestra al IA-58 Pucará, en la cual, se indican (mediante números) todas sus partes utilizadas, tanto estructurales, como así también, de armamento. Para esta ocasión, se recomienda imprimir en papel formato A3 (420 mm x 297 mm), utilizando papel Ilustración Glossy Opalina de alto grosor (300 gramos), para exposición.
AUTOR: Pilot Press Limited (No es nuestra la foto)
Imagen Nº 4 del posteo Nº 1145
...Empezando con esta imagen, la cual muestra una unidad, estacionada en la Brigada Aérea I (Base Aérea de El Palomar, GBA Zona Oeste, Argentina), con sus motores apagados y su cúpula de cabina abierta, donde se pueden ver un piloto y su tripulante; al fondo se pueden ver los hangares del mismo establecimiento. Como es una imagen muy antigua, tiene una tonalidad sepia.
AUTOR: Se desconoce (Imagen digitalizada por Gabriel Leiva)
Imagen Nº 5 del posteo Nº 1145
...Es esta otra imagen, la cual, muestra una formación de unidades Pucará IA-58 estacionadas en la Brigada Aérea I (Base Aérea de El Palomar, GBA Zona Oeste, Argentina), con sus motores apagados y su cúpulas de cabina abiertas (exceptuando una), donde se pueden ver algunos pilotos pilotos ubicados dentro de la cabina de mandos, más un grupo de mecánicos y un inspector cerca de un tráiler militar, además de verse parte de otro avión militar y en el fondo, los hangares del mismo establecimiento. Como es una imagen muy antigua, tiene una tonalidad sepia.
AUTOR: Se desconoce (Imagen digitalizada por Gabriel Leiva)
Imagen Nº 6 del posteo Nº 1145
...Representa al Escudo Nacional Argentino, rodeado de Laureles (De gloria), por debajo del Febo Asoma (Sol representativo de la República Argentina), y por arriba de la cinta Argentina con formato de moño/lazo de unión, entre dos alas doradas, que simbolizan nuestra Fuerza Aérea Nacional, las alas por volar, y el dorado, por ser uno de los colores más importantes en la pintura metálica (material componente principal de la aviación), y todo este logotipo (como todo símbolo patrio argentino), merece e impone respeto a nuestra patria, en donde vivimos y a la que representamos a diario.
Además, para este posteo Nº 1145, que representa a un vehículo de fabricación y operación Argentinas, y por tratarse de un gran referente de nuestra aviación militar, esta imagen estará colocada como banner, encabezando este posteo, para que quien lo vea, sepa qué se ha publicado hoy.
AUTOR: Fuerza Aérea Argentina
Imagen Nº 7 del posteo Nº 1145
También es la N° 1 del posteo, por ser el banner de presentación del mismo.
Espero que les haya gustado.
Más adelante, seguiremos con más posteos de aviación, y muchos vehículos más.
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